miércoles, 25 de julio de 2012

Restaurantes colombianos

Existe un lugar  en el extranjero, en el que siempre te encontrarás la foto del Willys lleno de gajos de plátanos  y sacos de café;  camisetas de equipos de la liga colombiana colgadas en la pared donde siempre faltará  la del Junior.  Suena música carrilera, en varias mesas te encontraras una pipona de Aguardiente Antioqueño, verás alguna pela bonita y muchas otras vistiendo colores chillones y con las tetas puestas hasta las orejas.  Bienvenido al restaurante colombiano en el extranjero.

La afición de mi hermano por estos lugares me ha llevado a conocer varios de ellos y son tantas las similitudes, que seguiré enumerando sus características similares. 

Siempre en ese lugar trabaja un paisa: Y casi siempre habla rapidísimo, a velocidad ininteligible para un paisano, imaginen para un nativo del lugar.

Tienen un plato de nombre Chibcha:  Craso error que cometen casi todos, para hablar del plato combinado de toda la vida, que tuvo que inventarse tu madre porque se acercaba la hora del almuerzo.  El Chibcha puede ser Arroz, Carne y Tajada.  Como Arroz, Yuca frita y Chorizo.  Mi curiosidad me hizo pedir un Chibcha y me trajeron media bandeja de ARROZ, arepa y chicharrón. todo por once euros CLAVADA TOTAL.

Es un bar, un restaurante y cantina:  Casi siempre tienen problemas con los vecinos y las autoridades del lugar por no respetar los horarios de cierre.  Aquí en España, estos tipos de restaurantes tienen permiso hasta las dos de la mañana, las discotecas hasta las seis.Un restaurante colombiano siempre cierra a las seis y claro con la tradicional pelea después de la aguardientera.

No esperes nunca alguna especialidad costeña:  Te recomiendo que pidas los platos paisas, son los que mejor preparan ya que el cocinero seguramente será de allí. Todo lo que tenga fríjoles rojos será bueno.  Lo demás, son inventos para engañar la nostalgia, como Ajiaco sin guasca o en vez de mojarra, dorada frita con patacones.

Las bebidas son muy caras: He visto pagar por una Uva Postobón dos litros nueve euros, en el Carrefour a ese precio encuentras vinos de la más alta calidad.

Así que si eres costeño levantate las recetas por Internet y habla con tu carnicero de confianza para ver cual es el mejor corte para que  un entrecot se convierta en punta gorda o como un lomo lo conviertes en carne en posta.  Que tengas suerte 



 

martes, 24 de julio de 2012

Siento haber tardado.

Les comentaba hace mucho tiempo, que según mi opinión El Zorro merecía estar entre aquellos Comediantes valorados en Colombia.  Además de crearse un personaje totalmente antagónico en maneras al héroe californiano. El Zorro no contaba los chistes, los interpretaba.  Así podía contar el más malo pero con un CÓMO LE PARECE A TODOS USTEDES, OYEEEEEE. Hacía que valiera la pena el resto.

El momento de su consagración fue cuando contó el chiste del corroncho buscando trabajo en la Yunai.
Después de leer el anuncio Mañe fue a la dirección indicada, era un local a pie de calle con vidrios polarizados, tocó el timbre y le abrió un gringo que medía 2,50 M. El gringo con la habitual cordialidad que los caracteriza, invitó a pasar a nuestro protagonista.  Mañe tomó asiento, y en un instante aparecierón del reposabrazo unos gruesos brazaletes mecánicos que atraparon a Mañe. Lo mismo sucedió con sus pies. Con tobillos y muñecas atrapadas Mañe empezó a gritar -Gringo Hijueputa sueltame, ayudaaaa- La silla resultó ser un artilugio casi robotizado, ya que se transformó de tal manera que Mañe terminó en popa. El gringo le bajó los pantalones y lo sodomizó. Mañe gritaba -Dale suave gringo HP- Tonjeo-tonjeo-tonjeo.

Mañe lloraba el gringo terminó su hazaña y la silla desactivó su mecanismo de sujeción.  Mañe estaba libre, se puso de pie, se subió los pantalones y cuando se acercaba para estrangular a su violador, éste lo recibió con un paquete parecido a un bloque envuelto en plástico transparente lleno de billetes de cien dolares.  Mañe miraba el bloque de dólares en sus manos - Para ti- le dijo el gringo-  Mañe con un tono más tranquilo le seguía diciendo: Hijueputa, mientras se acercaba a la puerta. Al abrirla y ya casi saliendo le dice al gringo.  GRINGO CUÁNDO VUELVO.